A los jóvenes hay que
recordarles que Uruguay tiene una historia reciente peculiar. Es un país con
una Central sindical única, y además, esto ocurre desde hace varias décadas.
Esta Central se opuso (como tal) a la dictadura militar y luego
renació de sus propias cenizas, primero con el PIT (porque no se podía, en las
postrimerías de la dictadura, invocar el nombre anterior) y luego acuñó la
sigla actual, PIT-CNT. Esto indica que esta unidad sindical pudo superar las
tendencias ideológicas internas proclives a desvalorizar el peso de las
instituciones democráticas. Para el PIT-CNT el Estado liberal democrático (con
sus deformaciones derivadas de un sistema económico competitivo) tiene un
valor.
En la mayoría de los
países, el movimiento sindical se unifica en Centrales diferentes, que
responden a corrientes de pensamiento socio-político diversas, y alguna de
ellas desprecia al Estado burgués.
Por otro lado una
Central sindical suele encontrarse con gobiernos de derecha, o de centro-derecha.
El PIT-CNT, desde hace 10 años, se encontró con dos (ahora tres) gobiernos del
Frente Amplio. Es cierto que el FA (que se autodenomina “de izquierda” o “la
izquierda”) en la realidad ha gobernado como de centro-izquierda. Pero
no puede dudarse que hay una afinidad notoria entre dirigentes del PIT-CNT y muchos
dirigentes del FA. Y aparte de ello, hay que reconocer que los dos gobiernos
anteriores del FA (y éste también, en alguna medida) han actuado dándole al
PIT-CNT un reconocimiento institucional, no sólo en los casos
previstos por la legislación (p.ej. los Consejos de salarios) sino en otros
casos (p.ej. la ley que creó la Universidad Tecnológica).
En otros países, la
coincidencia circunstancial de gobiernos con una parte del movimiento sindical ha
dado lugar a pérdida de independencia de esos movimientos, u otras formas más
ostensibles de corrupción.
Un 1º de mayo excepcional
El nuevo gobierno
del FA, en estos pocos meses, encontró al menos dos enfrentamientos públicos
y muy notorios, por parte del PIT-CNT: 1) el anuncio que hizo sobre la
creación de una Comisión de Verdad y Justicia; y 2) la decisión de seguir
participando en el TISA, que, secretamente, habia iniciado el gobierno anterior
del FA.
Respecto a la
Comisión de Verdad y Justicia, el PIT-CNT reclamó por haber sido ignorado.
Sobre el TISA, además de denunciar los procedimientos secretos escandalosos,
hizo un enfrentamiento sustantivo, de fondo, defendiendo no sólo un proyecto de
desarrollo económico solidario y anticapitalista, sino la propia soberanía del
país.
Mientras esto ocurría, algunas autoridades del
Frente Amplio y algunos sectores políticos que lo integran (después de
formuladas las protestas del PIT-CNT), hicieron, también, reservas
respecto a lo actuado frente al TISA (y la merma de solidaridad con Venezuela)
pero no señalaron nada sobre la Comisión de Verdad y Justicia, que incluye, en
el proyecto anunciado, representantes de sectores religiosos en un futuro
órgano de un estado laico. No decir nada frente a esta Incongruencia mostró que
el respaldo partidario es mucho más fuerte que el respaldo de la dirección
sindical.
Ambos
enfrentamientos anunciaban, pues, un 1º de mayo interesante.
Primera sorpresa
La
presencia de diversas autoridades del Estado en el estrado sindical (el
Vicepresidente, algunos ministros, varios legisladores del gobierno) más la
nota casi cordial del Presidente en ejercicio – aunque se seguía así la
tradición – no dejó de ser relevante. Pero lo más destacado fue la trasmisión
del mensaje del PIT-CNT en cadena. Dentro de la tradición comunicacional
de este país, los medios privados (y de modo especial la TV), hacían (y siguen
haciendo) la cobertura de este tipo de acontecimientos relevantes, con los
criterios comerciales instituidos: lo pintoresco, lo anecdótico, las imágenes.
Y lo menos posible de los contenidos ideológicos, de los conceptos
fundamentales, de las ideas-fuerza. Y si éstas aparecen, que sea lo más fugaz
posible, para procurar así que el público – ya adiestrado a lo superficial – no
les preste mucha atención. Y la transmisión en cadena es una decisión
privativa del Poder Ejecutivo.
Por
consiguiente, éste es un hecho político relevante. Con la nueva ley de medios
El Poder Ejecutivo puede disponer que hasta 8 acontecimientos
relevantes por año sean divulgados en cadena. Y el Ejecutivo no podía
ignorar que estarían esas críticas en el programa preparado por el PIT-CNT. Lo
que significa un nuevo reconocimiento de protagonismo, en el escenario político,
del movimiento sindical.
Segunda sorpresa.
La
presencia en el acto y sus posteriores declaraciones a la TV de algunos
legisladores de los partidos opositores al gobierno del FA, demostró que
el protagonismo massmediático que alcanzó el PIT-CNT cuenta para las carreras políticas
de quienes necesitan pantalla. Y esto da la impresión de ser sólo el comienzo.
Una valoración provisional.
La
solidez de los planteos socio-económicos realizados por los dirigentes del
PIT-CNT no puede ser analizada aquí. Dentro de mis limitadas competencias, los
valoro como muy bien fundados y eso no me sorprende pues responden a trabajos
prolongados del Instituto Cuesta-Duarte y no son improvisaciones ligeras, como
las que hemos escuchado con demasiada frecuencia por casi todos los candidatos
a la elección municipal de Montevideo, sin excluir a los dos candidatos del
Frente Amplio que parecen disputarse el primer puesto.
De esos planteos
debe decirse, además, que responden a una concepción plenamente admitida hoy en
los más altos niveles académicos: las ciencias sociales deben ser consideradas
como una unidad. No son inteligibles ni operativas la ciencia política, la
sociología, la economía, etc., aisladas las unas de las otras. Pretender
separar la política o la economía del sindicalismo, es o ignorancia, o
pensamiento de derecha. O ambas cosas.
Roque Faraone
Semanario "Voces"
7 de mayo de 2015
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